No te vayas. Bésame otra vez. Cierra los ojos y déjame tocarte, sentirte, aprenderme cada parte de tu cuerpo de memoria. Sigamos acariciándonos hasta el amanecer. Ya sabes que me robaste el corazón con el primer beso, así que ahora te pido que no te alejes y te quedes aquí en la cama conmigo. Regálame una mirada llena de sentimiento, susúrrame un “te quiero” de verdad. Quítame la ropa.
Esta noche tengo ganas de ti.
Un sentimiento demasiado familiar.
ResponderEliminarGran post :)
saludos~
La verdad que más de una vez nos entran ganas de hacer el amor y que no se acabe pronto...lo más bonito es que después de hacerlo ves esa mirada que significa mucho más que la magia del momento. Un besito, espero que pases una buena semana.
ResponderEliminarEse momento en que no quieres despegarte de esas persona :3
ResponderEliminar