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    Fantasmas Del Ático

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    jueves, 3 de julio de 2014




    Y de nuevo estamos tú y yo aquí. Las dos solas. Como siempre. Porque al final da igual… solo nos tendremos la una a la otra ¿verdad?
    Siempre nos caemos estrepitosamente por el camino y parece que no somos capaces de hacer nada para evitarlo. Que parece mentira que vomitemos tantas palabras incoherentes por la boca y luego en los momentos importantes nos demos cuenta de que siempre estaremos mucho más guapas calladas. Que a nosotras lo que se nos da bien es juntarnos en el rincón más oscuro de esta habitación para poder hablarnos muy bajito y que nadie nos escuche. Que cuando entran otras personas sabes que nos rompemos con demasiada facilidad. Como si fuésemos incapaces de encajar. Y cada vez es más difícil sacar las ganas para dar una vuelta ¿verdad? Cada vez es más sencillo olvidaros de que el resto de personas existen. Cada vez las lágrimas se vuelven más densas y amargas.

    Cada vez estoy más asqueada y cansada. Y un día puede que lo pague contigo, rompa el espejo y también acabes desapareciendo como todo lo demás.


    miércoles, 11 de junio de 2014

    ¿Sabes qué? Estoy enfadada.



    ¿Sabes qué? Sí que estoy enfadada.
    Pero no sé si por tu culpa o por la mía. Por lo que me has dicho o por como me he sentido cuando lo he leído. Si porque en parte tienes razón o porque me da rabia. Si porque estoy cansada o porque la maldita frase la dije yo. Si porque el tiempo a tu lado se pasa volando o porque tienes la facilidad de hacerme reír. Si porque me relaja tu voz cuando hablas o porque me gusta esa pequeña obsesión que tienes de colocarte el pelo constantemente... Si... Si... Si es porque simplemente me siento bien dando un simple paseo contigo y soy tan tonta que estaría dispuesta a conformarme con eso. 

    Definitivamente estoy enfadada, frustrada y asqueada por no entenderte. Por no entenderme. 

    Definitivamente quiero ser un maldito guerrero con una enorme y gruesa armadura de hierro. 


    sábado, 21 de diciembre de 2013

    Nunca había conseguido leer más allá de la portada



    Suspiró. 
    Su primer recuerdo de él era el mar. Su mal humor, su mirada expresiva y esas frases que al principio carecían de sentido para ella. Aún después de tanto tiempo su corazón latía a gran velocidad cuando le miraba a los ojos.
    Esos pequeños momentos que compartían de forma esporádica siempre le había parecido insuficientes y axfisiantemente efímeros. Soñaba con algún día poder llegar a saciarse de él e incluso aborrecer su presencia. Consumir tantas horas a su lado que al final llegase a anhelar la soledad.  
    La daba rabia que todos sus discursos se hubiesen convertido en realidad, que siguiese tan guapo como siempre, que cuando le tuviese delante volviese a revivir lo que sentía al abrazarle. 
    La consumían sus palabras. Todas y cada una de esas sílabas que salían por su boca. Esos futuros abiertos que proponía y que la confundían. No lo entendía. Al fin y al cabo creía que nunca le había comprendido
    como a él le hubiese gustado. Nunca había conseguido leer más allá de la portada, y aún así, algo la decía que en parte la enamoraría el libro... aunque intuía que la última página sería triste y dramática.



    lunes, 19 de agosto de 2013

    Y dime...


    Dime qué hago. Qué narices siento. CONTESTAME.

    Seamos claros. Esta noche tengo ganas de follar(te). Hoy te quiero en mi cama o en cualquier otro lugar disponible para mí. Para poder besar(te) hasta las partes invisibles de tu cuerpo. Esas que ni siquiera tú sabes que existen.
    ¿Y ahora qué? Ahora nada. Nada porque sigo en mi habitación sola con un vestido blanco virginal cuyo adjetivo dejé de merecerme hace tiempo. Me vuelvo loca dando vueltas intentando tragarme la frustración, pero da igual. No puedo. Las palabras no salen de mi boca. Se quedan atascadas ahí, en esa parte que no es la garganta pero tampoco es el pensamiento. Que no sabes donde se quedan pero que se pierden en algún punto del camino. Tengo ganas de gritarle a alguien mi opinión, mi punto de vista. Gritar mientras me imagino que me comprenden. Tener una de esas personas de confianza a las que las puedes contar todo. Esa confianza que en realidad no existe. No la inventamos nosotros. O a lo mejor es que no existe la confianza que yo quiero. Al final es que las emociones se pierden en el camino, o se acumulan en un almacén hasta que explota. Que me dan ganas de conectarme a algún sitio para contarle mi historia a alguien. Alguien de quien no esperas nada y solo por eso se convierte en una situación especial.
    Total, que una vez más y con toda sinceridad, todo se reduce a una increíbles ganas de follarTE hasta quedarme sin aire y sin fuerzas para poder pensar o sentir nada.
     
     

    miércoles, 11 de abril de 2012

    Odio hacer de mi blog un diario.


    ¿Hasta qué punto podemos estar seguros de algo? ¿Hasta qué punto puedes librarte de los sentimientos? ¿Hasta dónde llega la estupidez y la curiosidad?
    Sentimientos llenos de polvo que se entremezclan con la insana curiosidad. Decisiones que por alguna confusa razón nunca fueron tomadas. No se puede avanzar un kilometro y volver atrás dos días después. Así no se acaban las cosas. Es como echarte sal en una herida. Es joder por joder. Es confusión, insensatez.
    Como no comience a escribir de nuevo pronto… al final acabaran conmigo las ideas, las dudas, la realidad, el estrés, las cosas extrañas como esta y las preguntas que ocasionan entradas escritas sin pensar.
    Odio hacer de mi blog un diario. Odio dejar de lado aquello por lo que empecé a escribir.
     

    lunes, 19 de marzo de 2012

    No creo que quererte sea...

    Dicen que las cosas cambian con el tiempo. Las personas, las situaciones, la importancia que le damos a las cosas. Y ha sido escribiendo esta entrada, cuando de verdad he sido totalmente consciente de ello.
    No creo que quererte sea:
    -          Decirte “Te Quiero” todos los días a todas horas.
    -          Tenerte de fondo de pantalla en el ordenador o en el móvil.
    -          Tener una foto nuestra de principal en la redes sociales.
    -          Crear una carpeta en tuenti solo para nosotros.
    -          Darte toques sin sentido cada 5 minutos.
    -          Escribirte “Te quiero” con todas las letras en vez de poner “Tq” o “Teloff”, según surja en ese momento.
    -          Acordarme todos los meses de una fecha en concreto. Yo no considero imprescindible saber cuánto tiempo llevo contigo. Lo que de verdad creo que importa es saber que no tengo intención de que se acabe.
    -          Dedicar cada una de mis entradas del blog a ti.
    -          Llenar la habitación de cursiladas.
    -          Gastarme millonadas en algún regalo.
    -          No querer dormir sola. Lo siento, pero mi almohada y yo de momento nos entendemos muy bien.
    -          Verte todos los días a todas horas.
    -          Prometerte cosas que no se saben.
    No creo que quererte sea esas mil y una estupideces. Creo que es algo más sencillo, algo más… de verdad, no tan artificial. Quererte es que sonría cada vez que pienso en ti, que me pase semanas planeando un regalo con miles de detalles y que en el resultado final casi no se haya invertido dinero, que te mire a los ojos y sienta que el mundo desaparece, saber que puedo contar contigo en cualquier situación y a cualquier hora… Son detalles más importantes, más sencillos, más… nuestros.

     

    miércoles, 1 de febrero de 2012

    A veces dicen...


    Me gustaría desaparecer, asfixiarme a tabaco, gritar hasta quedarme sin voz, romper cualquier cosa que tenga alrededor y arrancarme todas las lagrimas hasta cercionarme de que no me queda ninguna.
    A veces dicen que el desamor te hace llorar y lo expresan como “cuando creo que me he quedado sin lágrimas, me encuentro llorando de nuevo”
    A veces también dicen que cuando una persona llega a su límite, ya no puede ir más allá.
    Ella no solo consigue  hacerme llorar, u odiarla hasta que me dan náuseas solo con mirarla. También consigue romper cada día la barrera de mi límite.
    Harta, cansada, llena de rabia y frustración. Daría lo que fuera por irme a miles de kilómetros y hacer que nadie existe.
    Puede que hoy no desaparezca, puede que no me asfixie, que no grite o que no rompa nada… pero no siempre serán así… puede que mañana sea diferente. O no.

     

    sábado, 7 de enero de 2012

    Cuatro... Prohibido

    Comer… hasta en la religión (para quien crea en ella), comer mucho es un pecado. Por ella, podrían coger las tres cuartas partes de lo que comía al día y se lo podrían llevar a personas que lo necesitaban… así, por cada kilo que ellos engordasen, eran kilos que adelgazaría.
    Se había acostumbrado a la sensación constante que te producía tener el estómago vacío, y hasta había conseguido sentirse en sintonía con ella, pero como siempre, todo con el tiempo lo acababa estropeando. Ahora… había cambiado. Había empezado a comer sin pensarlo demasiado y eso la estaba matando por dentro. A ella, a su autoestima y a su ego. Comenzaba a odiar otra vez el espejo y comenzaba a evitarlo.
    Conclusión… Cuando se acabasen las odiosas vacaciones… empezaría a su rutina de siempre. Dos comidas diarias y por desgracia obligatorias. El 4 no podía volver a aparecer.

    Princess_of_Hell

    miércoles, 16 de noviembre de 2011

    Guardado en la Oscuridad



    En el frío, oscuro y abandonado infierno de mi cuerpo, se halla un corazón atrapado entre las tinieblas, las torturas y los sueños rotos con pánico de ponerse en pie. Ha preferido seguir moribundo en la oscuridad del dolor y la desconfianza a salir al exterior y volver a exponerse a ser maltratado de nuevo.

    Princess_of_Hell

    jueves, 10 de noviembre de 2011

    Neurotraumatolosis

    [Lavernne (Persephone) , la foto es la que tienes como cabecera de tu blog... espero que no te importe que la utilice... es que fue verla y se me ocurrio el relato]




    Irónico que el único punto de luz entre tanta oscuridad sea una rosa negra. Parece una flor prohibida, una flor especial, una flor llena de pecado, una flor para alguien como yo… vacía, sin ilusión, neurótica, desbordada de recuerdos y un poco marchita.
    “No la toques”
    Las voces susurran en los recovecos más oscuros de mi mente arrastrando las palabras. Como chucho perdido y desamparado busco lógica alguna. No la encuentro. La lógica y lo correcto eran dos cosas que había arrancado de mi ser mucho tiempo atrás dejándolas perdidas y abandonadas en los barrios bajos entre dos cubos de basura de un callejón oscuro y desolado.
    Extiendo la mano y toco el tallo con delicadeza. De pronto surgen de la nada, traicioneras, unas espinas que se alargan con suma rapidez y se clavan en mi pobre cuerpo hasta atravesarlo sin contemplaciones. No emito ningún sonido. Hace mucho que me conciencié que estoy sola, y por lo tanto no sirve de nada gastar las cuerdas vocales para producir vibraciones transformadas en ondas sonoras, cuyo radio de alcance no superará mi vacío alrededor. La sangre comienza a teñir mi ropa de rojo… o negro. No soy capaz de distinguir el color del fluido vital que me abandona como el resto del mundo. Junto con él se va la esperanza. Intento no moverme porque duele, y mucho. El dolor nace de la maldita rosa y se extiende con rapidez hasta que consigue nublarme los sentidos. Cierro los ojos y me concentro en intentar comprender qué ha pasado.
    “Te avisamos”
    Irritada acepto desalentada que hacía demasiado tiempo que no comprendía nada, y que ahora, mientras me iba muriendo, mientras me comenzaban a temblar las rodillas, mientras perdía las fuerzas, mientras que mi dolor de cabeza aumentaba por momentos… no iba a aparecer una bombilla que me iluminase como pasaba en las películas baratas y de mal gusto.
    Era un caso perdido, estaba neurotraumatolisizándome. No quedaba nada de mí que mereciese la pena. La rosa empezó a arder. Me mire las manos llenas de sangre y… recordé. He encontrado algo que no se me ha olvidado hacer. Recordar. Recuerdo que esa rosa no es mía, sino de él. Que esa rosa no es presente, sino pasado. Que siempre ha estado presente pero yo no había querido verla cegada por la rabia y el desprecio hacia mí misma. Esa rosa era el símbolo  de mi fin, era un número, era un mes, era un sentimiento, era un corazón… era la razón de todo. No es que me esté muriendo, sino que llevo muerta desde hace mucho tiempo, viviendo aferrada a un recuerdo del pasado que hace años que no existe. Esa rosa no es que fuese un punto de luz, sino que era el ancla que me mantenía con vida, y al descubrir que mi príncipe de la oscuridad ella también ha decidido abandonarme… traicionarme… ya no me queda nada.
    “Amar incluso después de muerta”
    Antes de cerrar los ojos, las voces me sacan una débil sonrisa ganando un juego que siempre me había negado a perder. Esa vez….Tenía que darlas la razón.

    Princess_oh_Hell

    martes, 13 de septiembre de 2011

    Tengo Miedo



    Tengo miedo. Tengo miedo porque parece que las fantasías han desaparecido. Tengo miedo de acostumbrarme a vivir solo en la odiosa realidad. Tengo miedo de que quepa la posibilidad de dejar de soñar. Tengo miedo de madurar. 
    Sí.... Tengo miedo... porque parece que estoy dejando una parte de mí por el camino.


    Princess_of_Hell

    lunes, 15 de agosto de 2011

    Juguemos

    Juguemos a autodestruirnos. Juguemos al gracioso juego de la vida. Juguemos a no ser héroes. Bailemos con la traición, el engaño y el sufrimiento mientras la alegría, la esperanza y la fe se nos quedan mirando. Juguemos a tirarnos al vacío. Juguemos a echar de nuestras vidas la decencia. Juguemos a destruirnos y luego fingir que las cosas van bien.

    Princess_of_Hell

    martes, 26 de julio de 2011

    Muñeca de Trapo

    Esa noche… esa en la que aquella niña paseaba con paso inocente y perdido por la orilla del mar, había luna llena. Una luna que iluminaba aquel mar lleno de peligros y promesas imposibles. Aquel mar que la acunaba con el perfecto sonido de las olas al romper y morir en sus descalzos pies.
    Con una mirada inocente, descubrió algo que el mar había llevado con cuidado a aquella orilla hasta ella. Una muñeca de trapo.
    Una muñeca un poco antigua, de pelo negro, ojos muy grandes de expresión triste y desangelada, con un bonito y sencillo vestido rojo y tan perfecta como si fuese nueva. Salvo por una cosa. Su corazón. La niña se sorprendió de que el único fallo de aquel juguete fuese el agujero que desentonaba en su pequeño pecho, en el lugar donde normalmente estaría el corazón. Se encogió de  hombros y se la llevo a casa.
    Mientras paseaba por las pequeñas y extractas calles débilmente iluminadas por las viejas y oxidadas farolas, su gran imaginación no dejaba de inventar mil historias para aquella muñeca, para aquella línea recta que formaba su boca, y por aquel inexplicable vacío que sentía al abrazarla.
    Cuando entró en la cocina donde su madre, cansada, preparaba la cena, le dijo:

    -         Mira lo que he encontrado mami.

    La madre la miró y frunció el ceño. Como siempre, había vuelto a irse sola a la playa. Como siempre traía el vestido de colores mojado, los pies sucios, el pelo despeinado y algo nuevo que enseñarle. Y como siempre, la miraba ilusionada y con una radiante sonrisa.

    -         ¿Una muñeca? Pero si esta rota cielo.
    -         Ya…. Pero es que solo le falta un cachito. Además, parece triste.
    -         Las muñecas no tienen sentimientos.
    -         Claro que sí. ¿Por qué crees que no tiene corazón, mami?
    -         Pues a lo mejor, como es tan guapa, ha tenido tantos novios, y la han roto el corazón tantas veces… que a lo mejor decidió no tener. – Aventuró la madre distraía siguiéndole el juego a su hija.
    -         Pues yo creo que no. No tiene porque ser por lo chicos. No siempre es por eso, jope. Yo creo que es porque esta sola. Porque nadie a sabido quererla… y porque no ha tenido amigos que la supiesen valorar.

    Dijo la niña bajito, revelando lo que sentía ella en realidad. Resumiendo su pobre y desdichada niñez. La madre la miró con pena.

    -         Puede hija. Puede.

    La niña se fue a su habitación, pequeña y solitaria. Miro a la muñeca y pensó que era eso. Que estaba sola. Que no tenía a nadie. Y decidió quedársela. Pero la niña no sabía lo que pensaba la muñeca. No sabía que sí había tenido amigos. O al menos que eso había creído. No sabía que la persona que más necesitaba nunca estaba aunque la llamase a gritos. No sabía que la persona que quería la había abandonado. No sabía que se había roto tantas veces que le era imposible pensar en romperse una sola vez más. No sabía que se había quitado el corazón, que lo había echado al mar y que había decidido dejar en su lugar una pequeña cajita de madera vacía. No sabía que no creía en nada. No sabía que las ilusiones no existían y que los cuentos de hadas tampoco.

    -         ¿Sabes muñeca? Voy a cuidarte como nunca antes lo han hecho. Siempre estaré contigo.

    Y la niña abrazó a la muñeca. Entonces… como si eso fuese posible… la expresión de aquella muñeca de trapo se volvió más triste si es que eso era posible mientras esbozaba una breve sonrisa irónica. Las cosas buenas no son para toda la vida. Al final… quien la hacía esas promesas… siempre acababa abandonándola.



    Princess_of_Hell

    martes, 12 de julio de 2011

    Sola

    Lo peor no es sentirse sola, sino estarlo durante tanto tiempo, que al final cuando has querido darte cuenta te has hecho amiga de la soledad y no sabes cómo salir de ella.



    Al menos puedes estar seguro de que ella no te traicionará.


    Princess_of_Hell

    sábado, 2 de julio de 2011

    Sola


    Estoy sola: a pesar del amor,
    A pesar de lo que tomo y lo que doy,
    A pesar de toda tu ternura,
    A veces me pesa vivir.

    Estoy sola, como si estuviera de pie
    Sobre el pico más alto del mundo,
    Acompañada por remolinos de nieve,
    Y sobre mí: un infinito espacio desplegado;

    Con la tierra oculta y cielo escondido,
    Y sólo el orgullo de mi propio espíritu
    Cuidándome de la paz de aquellos
    Que no están solos, habiendo muerto
    .

    Sara Teasdale (1884-1933)

     

    "Sarah Teasdale es una de las grandes poetas líricas norteamericanas. Nos aseguran que su muerte fue la más premeditada de la historia de la literatura. En 1933, se suicidó tomando pastillas para dormir. Algunos observan que el hecho puede revisarse a la luz de un poema escrito dieciocho años antes, llamado I shall not care".


    Princess_of_Hell

    viernes, 1 de julio de 2011

    Maldito escaparate de invención

    Transparente. Como un libro abierto. Eso dicen que soy.

    ¿De verdad?

    Transparente es predecible. Creer conocer algo que no saben.

    “No, no es una obsesión. Solo te conozco demasiado como para que me puedas sorprender”

    La sensación de que en el fondo se equivocan porque se lo tienen tan creído que piensan que son superiores por el simple hecho de saber cuatro cosas sin importancia.
    Se les da genial crear la sensación de que vivo en un escaparate de cristal que deja pasar unos rayos de sol llamados estados de ánimo.
    Pero ahí es donde llega esa ingenuidad que me divierte, que me produce carcajadas. En el fonda nadie sabe lo que se esconde debajo de ese escaparate. Nadie sabe lo que oculta de verdad. Al fin y al cabo solo ven a través del cristal. Nunca lo pueden atravesar.

    Todos se olvidan de esa cajita negra de madera, desgastada, guardada bajo llave en el rincón más oscuro de ese escaparate. ¿Sabes lo que hay dentro? Apuesto a que no. Conclusión. A mí supuesto libro abierto le faltan algunas hojas y tú ni siquiera de has dado cuenta.

    Antes de afirmar que conoces a una persona, muérdete la lengua y cállate. No cometas el error de ser tan estúpido como la sociedad. A no… espera. Se me olvidó el pequeño detalle de que formas parte de ella.


    " La sociedad no es una enfermedad, sino un desastre. Es un milagro estúpido que consigamos vivir en ella" EMILE M. CIORAN

    Princess_of_Hell

    domingo, 15 de mayo de 2011

    ¿Por qué No?

    [FRAGMENTO DEL LIBRO "Frio" DE Laurie Halse Anderson]

    ¿Por qué?¿Quieres saber por qué?
    Entra en una cabina bronceadora y fríete durante dos o tres días. Cuando las ampollas de tu piel hayan estallado y te hayas descamado, retuércete en sal gorda y después ponte ropa interior cosida con hilo de cristal y alambre de cuchillas. Vístete con tu ropa habitual, siempre y cuando te vaya estrecha.
    Fuma pólvora y ve al instituto para brincar entre aros, siéntate y suplica, cumple las órdenes. Escucha los murmullos que se cuelan en tu cabeza por la nohe, llamándote fea y gorda y estúpida y puta y zorra y lo peor de todo, "una decepción". Vomitas y te mueres de hambre y te cortas y bebes porque necesitas un anestésico y eso funciona. Durante un rato. Pero entonces el anestésico se convierte en venenoy para entonces ya es demasiado tarde porque ya estás colocada hasta el alma. Te está pudriendo por dentro pero no puedes parar.
    Te miras en un espejo y sólo ves un fantasma. Oyes gritar a cada latido de tu corazón y todo-absolutamente-todo está mal.
    "¿Por qué?" no es la pregunta correcta.
    Pregúntate "¿Por qué no?"


    Princess_of_Hell

    lunes, 7 de febrero de 2011

    Un Final Más




    En una playa escondida, que vive a los pies de un acantilado y que desaparece cada mañana cuando subía la marea, había un antiguo árbol con grandes raíces. De repente, en lo más alto de la montaña apareció una chica con una cuerda en la mano. Estaba cerca el amanecer, pero aún tenía el tiempo suficiente para hacer lo que se proponía. Minutos después sus pies descalzos ya descansaban sobre la arena, y su mirada vacía buscaba la raíz adecuada. Cuando creyó haberla encontrado se acercó y ató con destreza la cuerda a la raíz y sucesivamente el otro extremo a su tobillo. Aprovechando la longitud de la cuerda se encaramó a una roca cercana y se sentó a esperar. Su cabeza era un hervidero de acusaciones, no solo para sí misma, sino también para él. Por lo general siempre se había sentido bastante sola, hasta que le encontró. Fue tan ilusa como para pensar que podía ser diferente. Encontró en él el cariño, el apoyo y la confianza que creía que nunca hallaría en el sexo apuesto. Incluso cuando se acabó su romance había seguido conservando esa opinión. Pero no. Al final resultó ser como el resto. La había hecho desconfiar de todos y detestaba incluso cualquier tipo de contacto físico. Todo le parecía falso, risible e irreal.

    Cada cierto periodo de tiempo la faltaba la respiración, se ahoga sin causa aparente, y un tremendo dolor se instalaba en su pecho sin ser bienvenido. Un día le vio, pero hizo caso omiso a su presencia. Sólo le sirvió para tomar su decisión. ¿Para qué morir todos los días medio ahogada? Lo mejor sería ahogarse del todo y así liberarse de la obligación de respirar. Por eso estaba allí. Sola, siempre sola.

    Según el cielo iba cambiando su color, el agua iba ganando terreno hasta alcanzarla. En un tiempo record vio como sus pies se mojaban. Como el agua le llegaba a la cintura, al pecho… comenzaba a flotar. La cuerda se tenso, sin permitirla tener la opción de escapar, y poco tiempo después quedo totalmente sumergida. La faltaba el aire, pero ya estaba acostumbrada. El pelo le acariciaba la cara. Cerró los ojos y antes de que de forma instintiva intentase respirar llenando sus pulmones de agua… una sonrisa se dibujo en su cara por haber conseguido su objetivo. Mientras tanto, el sol protagonizaba el alba de un nuevo día… sin ella.


    Princess_of_Hell


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