Y de nuevo estamos tú y yo aquí.
Las dos solas. Como siempre. Porque al final da igual… solo nos tendremos la
una a la otra ¿verdad?
Siempre nos caemos
estrepitosamente por el camino y parece que no somos capaces de hacer nada para
evitarlo. Que parece mentira que vomitemos tantas palabras incoherentes por la
boca y luego en los momentos importantes nos demos cuenta de que siempre
estaremos mucho más guapas calladas. Que a nosotras lo que se nos da bien es
juntarnos en el rincón más oscuro de esta habitación para poder hablarnos muy
bajito y que nadie nos escuche. Que cuando entran otras personas sabes que nos
rompemos con demasiada facilidad. Como si fuésemos incapaces de encajar. Y cada
vez es más difícil sacar las ganas para dar una vuelta ¿verdad? Cada vez es más
sencillo olvidaros de que el resto de personas existen. Cada vez las lágrimas
se vuelven más densas y amargas.
Cada vez estoy más asqueada y
cansada. Y un día puede que lo pague contigo, rompa el espejo y también acabes
desapareciendo como todo lo demás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario