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    Fantasmas Del Ático

    jueves, 28 de julio de 2011

    Santuario

    No sé muy bien qué pensar. Un proyecto tirado a la basura. Pero en el fondo era lo mejor. No quiero nada del pasado. Me levanto. Tengo calor… creo que me voy a ir a la piscina. Bueno… espera… son más de las tres. Mierda, está cerrada. Aunque… le pregunto a mi padre si me acompaña y me dice que sí. Minutos después ya estoy en frente del agua. Está transparente, limpia… pura… me meto con cuidado de no hacer ruido y quien me da la bienvenida es el frío. No pasa nada. Tengo intención de hacer largos hasta desfallecer. Me concentro en la técnica de crol que me enseñaron en las clases de natación cuando era pequeña. Un largo detrás de otro. Sin descanso, sin contemplaciones. Los brazos me duelen, pero me siento satisfecha porque soy capaz de no parar aunque no he ingerido nada en todo el día. Al final, cuando los brazos no me responden me paro… respiro y me hundo hasta que lo único que me rodea es el silencio… pero necesito respirar. Decido hacerme un largo bajo el agua, pero solo llego a la mitad. Estoy frustrada, no puede ser. Antes me hacía un largo y medio. Llego hasta el final y decido volver a intentarlo. Esta vez, aunque me quede sin oxigeno en el cuerpo, no pienso parar hasta llegar al final. Entonces recuerdo que el truco estaba en no soltar el aire al principio, sino retenerlo lo máximo posible. Decidida lo vuelvo a intentar y… lo consigo. He conseguido mi objetivo. Intento volver a repetir mi pequeña hazaña… pero esta vez fracaso. Con rabia me pongo a nadar de nuevo con más fuerza de antes. Al final descubro, y me doy cuenta de que en todo el tiempo que he estado en el agua… no he tenido flases, no he pensado. Solo existía el frío, el silencio, el agua, el dolor corporal y yo. Parece que el dolor del pecho casi ha desaparecido, pero no voy a ilusionarme porque sé que esta noche volverá. Me pongo de pie y aunque el agua me llega a la cintura parte de mi pelo sigue sumergido en el agua. De camino al bordillo se me pasa la fugaz idea de cortármelo para así mirarme al espejo y ver a otra. Pero no. Desecho la idea. Sin querer parece que sonrío… pero no, no llego ha hacerlo. He encontrado una buena forma de no pensar ni recordar. Esta tarde… volveré allí… a mi nuevo santuario.




    Princess_of_Hell

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