- Hazme un favor. Deja eso.
- ¿Por qué?
- Porque tú no bebes estúpida.
- Siempre hay una primera vez.
- Bueno, pues no bebas hoy. Que sea otro día.
- ¿Por qué?
- Porque me preocupo por ti.
- Eso no es una razón que venga al caso. Me da igual en este momento tu preocupación.
- Pues hazlo por ti.
- Eso tampoco es una razón de peso. Yo hago lo que me apetece.
- Pues… ¡mira que eres cabezota!
- Y tú pesado. ¿Qué más te da que me beba una copa? Es sábado noche, es normal.
- ¿Quieres dejar la botella de tequila donde estaba? ¡Por el amor de Dios!
- Deja a ese en paz que se cansa solo con mirarle. Además, ese nunca dice nada.
- Eso no puedes comprobarlo.
- ¿Cómo que no? Verás…….. ¿Dios? – mira al cielo buscando respuesta y espera unos segundos – No contesta.
- ¿Pero serás lerda? – los dos se ríen de lo absurdo de la situación.
- Gracias por el cumplido. – le saca la lengua de forma infantil.
- Vale, pues hazlo por mí.
Ella le mira a los ojos. Los dos son muy cabezotas. Ninguno se rinde nunca… pero esa noche él llevaba razón.
- Por ti… de acuerdo. Pero no te acostumbre idiota.
- Claro que no imbécil.
Princess_of_Hell
Mmmm... Dios siempre está apagado o fuera de cobertura. Cosas que pasan (:
ResponderEliminarQué gracioso el texto, si la verdad es que Dios no responde a nuestros ruegos, a nuestras preguntas y a nuestras plegarias XD, lo descubrí después de hacer la comunión XDD. Desde ese momento no he vuelto a preguntar ni a pedirle un favor. PD: La imagen de la jirafa me gusta mucho, da mucho optimismo.
ResponderEliminar. Espero que pases un buen finde. Beso.