Comer… hasta en la religión (para quien crea en ella), comer mucho es un pecado. Por ella, podrían coger las tres cuartas partes de lo que comía al día y se lo podrían llevar a personas que lo necesitaban… así, por cada kilo que ellos engordasen, eran kilos que adelgazaría.
Se había acostumbrado a la sensación constante que te producía tener el estómago vacío, y hasta había conseguido sentirse en sintonía con ella, pero como siempre, todo con el tiempo lo acababa estropeando. Ahora… había cambiado. Había empezado a comer sin pensarlo demasiado y eso la estaba matando por dentro. A ella, a su autoestima y a su ego. Comenzaba a odiar otra vez el espejo y comenzaba a evitarlo.
Conclusión… Cuando se acabasen las odiosas vacaciones… empezaría a su rutina de siempre. Dos comidas diarias y por desgracia obligatorias. El 4 no podía volver a aparecer.
Princess_of_Hell
Como dice el anterior comentario...el físico no lo es todo...
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