Nos miramos. Sus ojos verdes parecían prometer cosas que anhelaba… promesas que necesitaba… fantasías rotas que tenía guardadas en mi caja de cristal.
- Si de verdad existe ese sitio…
Puede que fuese por suerte o por desgracia, pero no pude terminar la frase porque en ese momento llegó Cris con un par de papeles en la mano.
- Bueno chicos, pedir por esa boca tan joven que tenéis – y se alejó para darnos tiempo.
- ¿Por dónde empezamos? – preguntó.
- Pues por los entrantes, como se acostumbra ha hacer.
- No me refería a la comida, sino a las condiciones que supongo que me pondrás para perderte conmigo.
- Pues lo siento pero se te ha pasado la vez. El momento mágico se rompió hace un par de minutos. ¿Qué quieres comer?
- No sé. ¿Hay algo que sea comestible?
- ¿Quieres hacer otro voto de esos que has hecho antes?
- Mmm…. Solo si me prometes una cosa.
- Lo que quieras.
- Que vendrás conmigo este verano a Noruega.
Abrí muchísimo los ojos.
- ¿Me lo estas diciendo en serio?
- Por supuesto.
- Si me explicas el por qué acepto.
- Entonces yo haré otro voto de ojos cerrados.
- ¡Cris! Pon dos de lo de siempre, ¿vale?
- Por supuesto. – nos dedicó una sonrisa cansada y desapareció
- Bueno a ver. Explícate. ¿Por qué quieres que vaya a Noruega contigo?
- Creí que te gustaría ir.
- No te voy a negar que estaría genial. Pero, ¿dónde nos quedaríamos? ¿Por cuánto tiempo? ¿Qué haríamos?
- Por partes Nalla. Nos quedaríamos en mi casa. Hay espacio de sobra y a mi madre no le importará. Te enseñaría la ciudad y la escuela donde baila mi hermana. Podrías dar clases con ella un par de días.
- ¿De verdad?
- Claro. Y en cuanto al tiempo… no sé. Puede que quince días esté bien. La segunda quincena de Agosto. Así tienes tiempo de hablar con tus padres y yo puedo sacar los billetes con tranquilidad.
- Tendría que pensarlo.
- Lo siento. Demasiado tarde. Ya has aceptado, ¿recuerdas?
Mire hacia arriba y me quedé pensando. Era algo demasiado bonito como para no dudar. Me moría de ganas por salir de Londres y más si era con él. Pero las cosas para entonces… ¿habrían cambiado?
- ¿Y cómo qué iríamos a Noruega?
- Me he perdido. – perfecto. De verdad no había entendido la pregunta.
- Pues que iríamos como amigos, ¿no?
- ¡¿Cómo amigos?! Yo no invito a amigos a mi casa, querida.
- Pues entonces tenemos un problema. Porque ahora yo considero que somos eso. Y como las cosas no cambien, o tú no cambies de opinión… creo que irás tú solo a Noruega.
- No seas así. Además… espera… ¿Qué yo cambie de opinión? ¡Pero si te he dicho por activa y por pasiva que para mí eres más que una amiga! Así que no me digas que el culpable de todo soy yo. Si aquí hay que buscar a algún culpable esa eres tú. No hay quien te entienda.
- Bueno yo… es que estoy hecha un lío – dije de forma entrecortada.
- Pues procura deshacer el enredo, porque mientras no te aclares tú, lo único que estas consiguiendo es que ambos perdamos el tiempo.
Princess_of_Hell
Aaaay, pero ¿y lo bien que se lo pasan "perdiendo el tiempo"?
ResponderEliminarMe he quedado intrigada: ¿qué es "lo de siempre"? ¿Qué leches van a comer? (Será la hora, mis tripas rugen... jajaja) ^^